sábado, 30 de marzo de 2013


Seguir el camino, esperando que el tiempo solucione todos los asuntos pendientes, esos que se siguen acumulando detrás de alguna puerta o debajo de alguna cama, junto con el polvo y las cosas que uno ya no quiere ver... esperar esperar y seguir esperando de brazos cruzados y en la silla de siempre... cerrar los ojos y creer que mágicamente todo se solucione un día equis... y sin haber movido siquiera un dedo... como si eso existiese, como si esa fuese la salida de este laberinto extenso y monótono... 
Hoy el sol amanece con otro rostro en mis días, hoy el cielo sigue gris pero tengo la certeza que de a poco las nubes se irán hacia otros lados... hoy, poco a poco, voy intentando restaurar mi pequeño jardín, mi pequeña casa, mi pequeño mundo... poco a poco, voy levantando cada pieza de esto que el huracán no pudo derribar del todo... hoy mis cansados brazos luchan por poder levantarme para poder regresar al no rumbo, al no camino, a los no planes...
Arriesgar... sabiendo que la risa puede ser eterna y que el calorcito en el alma se puede propagar como una estrella a través de la eternidad... arriesgar creyendo, viviendo, respirando, sintiendo y suspirando... arriesgar como quien no tiene nada que perder y para que va a dejar alguna otra oportunidad irse por la puerta de emergencia... arriesgar sin relojes, sin soles, sin noches... arriesgar convirtiéndonos en anacrónicos, que duermen solo para poder soñar y despiertan solo para seguir soñando... arriesgar avanzando por un camino sin fin, por una carretera infinita... arriesgar sin saber que a veces hasta la brisa mas suave puede convertirse en un huracán sin retorno... 
Hasta que un día despertas y te das cuenta que no hubo sueños y que la vida es tan simple como el matutino del día en tu mano y un café negro en la otra... y abrís los ojos y descubrís un reloj en tu muñeca y otro en tu mesita de luz y ves relojes por todos lados... e intentas cerrar los ojos pero es imposible... el frío invade tu cuerpo y descubrís que estas en verano pero el calor no te llega al alma... 
Te sentas en un solitario banco de plaza y de repente ves que tenes compañía .. un señor muy muy mayor... con una mirada penetrantemente ausente... me muestra su carta de presentación y me invita otro café pero en su casa... caminamos por veredas desconocidas y las caras comienzan a verse grises, apáticas .. nos paramos frente a una gran puerta de hierro con muchas cerraduras y cadenas... el señor pacientemente saca su gigantesco manojo de llaves y empieza a destrabar cada cerradura... finalmente entramos... el pasillo es largo, de paredes gastadas... las baldosas han perdido sus colores... se siente una casa muy transitada... de repente se asoman por una ventana un grupo de ancianos... me ven y se mantienen ininmutables, rápidamente vuelven a sus tareas de accionares nulos... al final del pasillo encontramos dos sillas de madera en las cuales nos sentamos... el señor se ve jovialmente anciano... se lo nota con muchos cuerpos en su espalda, con muchas batallas ganadas y otras pocas perdidas... me trae un café sin azúcar y extremadamente negro y caliente... bebo un sorbo y siento como una helada brisa penetra hasta mis huesos... después de una extensa conversación que no recuerdo, el me cita para que pase a visitarlo nuevamente mañana...
Hace días que cada tarde paso a verlo... a veces no hablamos y muchas veces trae compañía... tampoco hablamos... simplemente bebemos café y nos observamos... en realidad ellos me observan a mi.... a veces una señora se me acerca y me agarra muy fuerte del brazo... otras veces el me sujeta de los hombros y me da palmadas en la espalda... pero últimamente una señora no muy mayor pero con muchas arrugas en su cara se empeña en acompañarme hasta mi casa, al punto de que generalmente se queda a cenar y se va después de arroparme... creo que su nombre era melancolía... 
Mis horas se mezclan entre los negros cafés acompañados de las noticias del día y las visitas al señor de la casa añeja con luego la compañía de esta delgada anciana hasta que cierro los ojos y el alba vuelve a despertarme...
Ya no puedo recordar el suave sonido de tu voz o tus oscuros ojos... tu rostro se encuentra tras una niebla que no me permite recordar tus facciones... tus fuertes brazos se van convirtiendo en frágiles hilos que se van debilitando con cada minuto que pasa... y a medida que las agujas de mi reloj pulsera se van moviendo, tus palabras no logran mover un solo nervio de mi cansado disfraz... tu cuerpo se va convirtiendo en una fuente a la que acudo cada vez que el abrasador sol me inunda con su calor... pero a medida que van pasando las estaciones, ese mismo cuerpo comienza a formar parte de un mar de cuerpos que solo logra dejar marcas en mis sabanas... mi corazón y mi alma se van levantando de esta dura batalla y las heridas van cicatrizando dejando otra marca mas en mi curtida piel... 
Hasta que un día decido despertar sabiendo que esta nueva mañana no volverá a repetir ninguno de los ritos pasados... 

jueves, 24 de febrero de 2011

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?

¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.



Y quien diría que el juego era así...

miércoles, 30 de junio de 2010

"A todo el mundo le pasa igual, la estatua de Jano es un despilfarro inútil, en realidad después de los cuarenta años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente para atrás. Es lo que se llama propiamente un lugar común".

Y ese olor a sopa de la abuela un domingo de invierno... y esas ganas de volver... de regresar a lo que no fue... porque no perdimos... porque tampoco lo intentamos... porque no quisimos... o porque el maldito miedo nos agarro de las manos bien fuerte y no nos solto... nos aferramos mutuamente y con los ojos bien cerrados... hasta que nos encontramos solos... en el medio del salon de baile, con el vestido recien salido de la tintorería...
Cuantas veces uno piensa en estar de vuelta por esos lados lejanos... por esas tierras que alguna vez fueron nuestras, que nos hicieron un minuto más felices... pero que hoy anidan un sabor amargo... un sabor a des-esperanza... y unas terribles ganas de sacarse esa pesada mochila llena de pasado...
Alguien una vez dijo que "Hay ausencias que representan un verdadero triunfo"... y yo digo que el verdadero triunfo es arrancarse la razón, encerrarla en una botellita y tirarla al mar... y darle paso al cuore... aunque este malherido... aunque ya no quiera seguir... aunque haya arrastrado las alas por miles de hectareas de cactus... seguir.. simplemente con la certeza de que no esta perdido aquello que no fue... que siempre hay un regreso... y que las segundas, terceras y decimonovenas oportunidades existen... es solo cuestion de saberlas encontrar...




re-configurandome...

martes, 9 de marzo de 2010

El elefante

Estaban los tres ciegos ante el elefante.
Uno de ellos le palpó el rabo
y dijo: - Es una cuerda.
Otro ciego acarició una pata del elefante
y opinó:
- Es una columna.
Y el tercer ciego apoyó la mano en el cuerpo del elefante
y adivinó:
- Es una pared.
Así estamos: ciegos de nosotros, ciegos del mundo.

Desde que nacemos, nos entrenan para no ver más que pedacitos.

La cultura del desvínculo nos prohíbe armar el rompecabezas...

E. Galeano



Cuando en realidad el todo es más que la suma de todos esos pedacitos...
Y armar el rompecabezas es cuestión de ganas y de tiempo... ganas de ver y tiempo para el otro...
No sólo se ve con los ojos, sino que se siente... con el alma entera....
Y a veces, esa ceguera es precisamente la que despierta a nuestra querida señora curiosidad... a tal punto de convertirnos en buscadores eternos...

the final countdown...

martes, 3 de noviembre de 2009


¿Y si nos vamos anticipando de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza?

¿Y qué?
¿Y qué me das a mí,
a mí que he perdido mi nombre,

el nombre que me era dulce sustancia
en épocas remotas, cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?

¿A qué, a qué
este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este desequilibrarme
si mi realidad retrocede
como empujada por una ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,
hasta que cae a mis pies como un ave muerta?
Quisiera hablar de la vida.
Pues esto es la vida,
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se puede decir:
"¿es que yo soy? ¿Verdad que sí?
¿No es verdad que yo existo
y no soy la pesadilla de una bestia?".

Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por Dios.
Y con las sienes restallantes
de imbécil soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos de soslayo a la muerte.

Pues esto es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.

A.P.




Gracias...

martes, 21 de julio de 2009

"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
(ya) no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando..."

O. Girondo




Gracias por llevarme de tu mano, a recorrer cada día, una parte de tu cielo... y por ser mi escalerita a las nubes...

Mis palabras se van haciendo cada vez más chiquititas...
Te adoro...

jueves, 28 de mayo de 2009

De deseo somos.

La vida, sin nombre, sin memoria, estaba sola.
Tenía manos pero no tenía a quien tocar.
Tenía boca pero no tenía con quien hablar.
La vida era una.
Y siendo una era ninguna.
Entonces el deseo disparó su arco.
Y la flecha del deseo partió la vida en dos.
Y la vida fue dos.
Y los dos se encontraron y se rieron.
Les daba risa verse, y tocarse también.

E. Galeano



Un nuevo otoño... que comenzó... esta vez lleno de primavera...
Gracias gracias gracias... y gracias por invitarme a pasear por tu mundo...

Te quiero...